En la siguiente temporada 2010/11, la tercera consecutiva del equipo tras el último descenso y con Carlos Tornadijo en el banquillo, el equipo comienza muy fuerte y pronto se pone líder; pero al comienzo de la segunda vuelta, el equipo empieza a encadenar una serie de resultados negativos que acaban con la destitución del entrenador buscando la directiva un revulsivo en la persona de Julio Bañuelos, quien enderezó el rumbo y consiguió proclamar al equipo nuevamente campeón del grupo VIII consiguiendo el octavo título de Tercera División.